¿Un Ataque Preventivo?


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Los Mitos de Barbarroja (IV)

¿De no haber atacado Hitler a Stalin, Stalin hubiera atacado a Hitler? La pregunta es en sí misma sorprendente para la historia oficial de la Segunda Guerra Mundial, pero existen autores como el famoso ex-espía soviético y desertor, Victor Suvorov, quien en su obra “El Rompehielos” defiende la tesis del ataque preventivo, exonerando al Tercer Reich de toda responsabilidad. Este autor, no obstante, ha sido criticado duramente por presentar pruebas supuestamente inconsistentes para su alegato.

22 junio 1941
22 de junio de 1941. Una posición de MG-34 con apoyo de un Pz IV bate posiciones enemigas en el primer día de la campaña. ¿Se adelantó Alemania a un ataque soviético?

En la actualidad este tema sigue siendo debatido con intensidad. Existe una corriente revisionista que se apoya en documentación desclasificada en la URSS y la Federación Rusa desde los años 90. Debemos de basarnos en hechos y lo que sí es cierto es que el gigante comunista estaba en un proceso de rearme a escala sin precedentes en el mundo y Alemania sabía que debía anticiparse a que Stalin estuviera listo si se quería iniciar su expansión hacia el este de Europa («Lebensraum»). La Wehrmacht estimaba que aún en 1941, el RKKA (Ejército Rojo de Trabajadores y Campesinos) podía ser derrotado, pero que su programa de rearme y modernización estaría completo posiblemente entre 1942 y 1943. «La Trampa de Stalin» del autor germano Adolf von Thadden, igualmente, explica el porqué el Führer se vio obligado por razones políticas y militares a lanzar el ataque. Existiendo de hecho documentación que podría utilizarse de manera circuanstancial (al menos por el momento) para defender cualquier postura, en la actualidad el debate está servido…

Cuando el caudillo germano dio a conocer su idea de ataque (y la orden de confección de los planes necesarios) en fecha tan temprana como julio de 1940 (recién terminada la victoriosa campaña de Francia) en el generalato encontró muchas resistencias. La principal del Alto Estado Mayor alemán surgía por el miedo a abrir un “segundo frente” ya que Gran Bretaña, si bien contra las cuerdas, aún no había sido derrotada. El mismo Gran Almirante Raeder intentó persuadir a Hitler de no atacar la URSS, en dos ocasiones presentando informes de la Kriegsmarine al respecto. Pero la campaña parecía ya estar decidida en la mente del dictador. El devenir de la Historia presentó la Operación «Barbarroja» como un fracaso y dio la razón a Raeder, pero no olvidemos que EE.UU. aún no estaba en guerra, y que Churchill se encontraba acorralado en las islas británicas (excepto combatiendo por entonces a los italianos en el norte de Africa) en una posición desesperada. El inglés acababa de reembarcar a la BEF (Fuerza Expedicionaria Británica) en la francesa costa de Dunkerque, perdiendo todo su equipo pesado. Los “lobos grises”, los U-Boote, los submarinos de la Kriegsmarine campaban a sus anchas por el Atlántico hundiendo miles de toneladas de muy necesitados suministros para el pueblo británico.

Adolf Hitler entonces ofertó un armisticio al Imperio Británico en el verano de 1940; al fin y al cabo la guerra con los occidentales había sido un no deseado efecto colateral de su política de reunificación centroeuropea, pero Churchill respondió ofreciendo “sangre, trabajo, lágrimas y sudor” en un motivador discurso al Parlamento.

Quizás el argumento de más peso para defender la teoría del ataque preventivo se basa en el tipo de despliegue del RKKA en las zonas occidentales de la URSS en la víspera del 22 de junio de 1941. Las unidades mecanizadas (mekhanizirovannye korpusy) estaban en posiciones realmente adelantadas a lo largo de las líneas fronterizas, algo ciertamente inusual para un despliegue en principio «defensivo»; pues la lógica defiende que las primeras líneas sean defendidas por infantería en sólidas posiciones, siendo la encargada de contener las oleadas iniciales del adversario, para dejar a las unidades blindadas más a retaguardia listas para contraatacar. Del mismo modo un número importante de regimientos de caza y bombardeo ligero estaban basadas demasiado cerca de primera línea, como muestra de que los aviones debían en algún momento ofrecer una cobertura aérea lo más adelantada posible a un avance ofensivo de las unidades motorizadas y mecanizadas. El mariscal Rommel, en 1944 y preparándose para el incipiente desembarco de los aliados occidentales en las costas de Francia, propugnó por un tipo de despliegue más conservador no exponiendo a las valiosas Panzerdivisionen al asalto inicial, sino, en la seguridad de la retaguardia, proteger a sus blindados para esperar la ocasión propicia de un contraataque decisivo. No obstante, aún a pesar de considerar el despliegue de Stalin como demasiado expuesto hacia vanguardia, hemos de tener en cuenta que la doctrina del RKKA desde su creación era meramente ofensiva. ¿Es por ello que que el despligue «defensivo» de Stalin sólo obedecía a la concepción doctrinal imperante en ese momento?

Hagamos notar sobre este punto la diferencia doctrinal entre la de la Wehrmacht y el RKKA. Mientras la primera se basa en la identificación y destrucción del Schwehrpunkt (punto más crítico decisivo enemigo) que debe ser acometido con la mayor premura y a la mayor velocidad (guerra relámpago), el Ejército Rojo defiende el concepto de la «batalla en profundidad» donde el enemigo puede ser aniquilado en una serie de operaciones ofensivas consecutivas (de ahí la fabricación de carros súperpesados capaces de sobrevivir repetidos asaltos, como los KV) en un periodo extenso de tiempo.

T-34 advance protecting infantry under enemy fire

El principal artífice de la modernización, reestructuración y creación de la doctrina ofensiva del Ejército Rojo fue el mariscal Tukhachevskii. Su teoría de la «batalla en profundidad» consta de cinco puntos esenciales:

1) Las unidades tácticas son los instrumentos de apoyo a la maniobra operacional.
2) La aplicación de presión a lo largo de la mayor área posible deniega al enemigo la posibilidad de maniobra en respuesta a una penetración.
3) Mientras más profundidad y velocidad consigan las fuerzas operativas tanto más serán la letalidad y la sorpresa del enemigo.
4) Tanto la potencia de fuego como la maniobra terrestre se pueden alternar con el objeto de incrementar la profundidad de la ofensiva conforme los medios mecanizados avanzan.
5) Toda la profundidad del campo de batalla se debe considerar en una continua operación, para asegurar que el comandante sea capaz de ver y planear la batalla final tanto en tiempo como en espacio tal y como la primera.

Sea lo que fuere Stalin desde agosto de 1939 ordena un plan de mobilización a dos años, que culminará en el verano de 1941 en un despliegue que a priori parece de naturaleza ofensivo. No obstante, ante el perentorio estado de las infraestructuras viarias de aquel momento en la URSS el despliegue no queda completo, ni todos los aeródromos previstos se ponen a punto. Las fuerzas terrestres superan los 3 millones de hombres con 15.000 blindados (la Wehrmacht iniciará «Barbarroja» con unos 3.500) situados en su mayoría en vanguardia. Con estos antecedentes Hitler ordena el ataque antes de que el adversario esté totalmente preparado. Si la campaña en el este debía dar comienzo esto tendría que iniciarse lo antes posible. Una vez vencida la URSS, volvería el Führer a retomar las operaciones contra la isla británica.

El 11 de diciembre de 1941, en una alocución con motivo de la declaración de guerra a los Estados Unidos de América, el caudillo alemán se expresa en estos términos:

«…Ya en 1940 quedó meridianamente claro mes tras mes que los planes de los hombres del Kremlin estaban destinados a la dominación y por ende a la destrucción de toda Europa. Yo ya había avisado a la nación del incremento del poderío militar soviético en el este durante la época en la que Alemania sólo tenía unas pocas divisiones en las provincias fronterizas con la URSS [tras la ocupación de Polonia]. Sólo un ciego no se hubiera dado cuenta de que esta escalada militar de dimensiones únicas en la historia se estaba llevando a cabo. Y esto no era con la intención de proteger algo que se suponía bajo amenaza, sino más bien de atacar aquello que no parecía capaz de defenderse…»

«…Una imponente cantidad de material nos es disponible ahora que nos confirma que un ataque Soviético estaba en preparación. También estamos seguros del cuándo este ataque debía llevarse a cabo…»

¿Tienen fundamento documental estas palabras o responden a la mera justificación política de un hecho consumado sin precedente en la historia? ¿Si estas palabras tenían una base real, en qué momento decidió el asalto: en el momento en que puso a trabajar en julio de 1940 al general Marcks en un plan de invasión? ¿Y si esta evidencia se le hizo patente en tan temprana fecha (quizás durante el desarrollo de la campaña de Francia), por qué el Gran Almirante Raeder intentó disuadirle en más de una ocasión de no abrir el segundo frente y sostener que Stalin de cualquier manera no estaría listo antes de 1942-43 para su supuesto ataque? ¿Acaso a Raeder le fue vetado el acceso a tan reveladora información? Si esta evidencia documental aplastante a la que se refería Adolf Hitler realmente existió, esta debió consolidarse y con ello la decisión de la agresión a la URSS en algún momento del otoño de 1940. Planes de contingencia de contraataque e incluso ataque hacia el oeste existían en el estado mayor del RKKA, pero me permito recalcar la palabra «contingencia», es decir planes que se debían llevar a cabo «en caso de…». Pero si Hitler tuvo conocimiento de un plan «Barbarroja a la soviética» que debía pulverizar el Pacto de No Agresión germano-ruso de 1939 con el objeto fundamental del control de Europa, esto es objeto de debates y descalificaciones en uno y otro sentido.

¿Hubiera atacado Stalin pues a Hitler de no haber sido al contrario? Recordemos que en virtud del Pacto de No Agresión firmado en Moscú el 23 de agosto de 1939 antes mencionado entre los ministros de asuntos exteriores, Ribbentrop y Molotov, ambas potencias se comprometieron a no atacarse y de facto se convertieron en aliadas. También en virtud de los protocolos secretos adicionales del Pacto, Europa oriental se repartía en esferas de influencia entre ambos dictadores. Polonia, vista por ambos como una aberración política creada y encajada por la fuerza en el mapa europeo por los victoriosos aliados de la Primera Guerra Mundial, iba a ser liquidada pronto. Si el 1 de septiembre de 1939 Alemania invadía por el oeste, la Unión Soviética lo hacia por el este el 17 de septiembre. Y entonces se produjo un hecho significativo: el Tercer Reich y la URSS quedaron enfrentados cara a cara tras una frontera común. Ambos “aliados” se observaron entonces con recelo acabada la campaña polaca a través de la nueva línea divisoria…pero aún siendo aliados. El lector debe preguntarse y concluir “¿A quién interesaba tener al futuro enemigo justo al otro lado de la frontera?”

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[English version]

Myths of Barbarossa

FOURTH myth: A PRE-EMPTIVE ATTACK?

If Hitler hadn’t attacked Stalin, would have Stalin attacked Hitler? In principle this question is quite shocking for the WWII official historiography, nevertheless do exist authors like the famous Soviet ex-spy and deserter, Viktor Suvorov, who in his book «The Icebreaker» justifies the pre-emptive attack thesis. This way he exonerates the Third Reich from responsibility. This author has been criticized for having used inconsistent evidence for his book

Soviet contingency plan. The main thrust would take place between Hungary and Slovakia in order to reach Köningsberg (present Kaliningrad) encircling this way the German Northen flank. A secondary thrust would penetrate Romanian territory.

This subject is still nowadays under intense debate. It is a fact that the Communist giant was under a full-scale unprecedented rearmament process and Germany knew she had to anticipate Stalin preparedness in order to carry on any expansion to the East («Lebensraum»). The Wehrmacht estimated that still in 1941 the RKKA (Red Army of Workers and Peasants) could be defeated, but her modernization and rearmament program would be possibly terminated by 1942-43. «Stalin’s Trap» from the German author Adolf von Thadden, likewise, explains why Hitler was bound to unleash his attack for political and military reasons. Existing today circumstancial evidence (at least so far…) to support any sides, the stakes are high.

When the Führer presented his determination to attack (and ordered the necessary planning) as early as July 1940 (right after the conclussion of the French campaign) the top brass was puzzled and reluctant. The main worry of the High German Command was to open a dreaded «second front», because Great Britain was cornered but still resisted. The same Great Admiral Raeder tried in vain to persuade Hitler not to attack the USSR in two ocassions, presenting relevant Kriegsmarine reports. But the campaign seemed to have been already decided in the dictator’s head. History proved Raeder being right as Operation Barbarossa turned eventually to a fiasco, but let us not forget that the USA wasn’t still at war and Churchill was helpless in the British isles (only battling the Italians in North Africa). The English Premier had just re-embarked the remains of his BEF (British Expeditionary Force) at the French coastal enclave of Dunkerke, losing all his heavy equipment. The «grey wolves», the U-Boote, the Kriegsmarine‘s submarines mastered the Atlantic Ocean sinking thousands of tons of much needed supplies for Britain.

Then Adolf Hitler offered and armistice to the British Empire in summer 1940; after all the war against the West had been a non-desired collateral effect of his central European reunification policy. But Prime Minister Winston Churchill promised «blood, toil, tears and sweat» in a moving speech to his Parliament.

Perhaps the most convincing argument to defend the theory of the pre-emptive attack relates to the type of RKKA deployment along the Western USSR regions on the eve of the 22nd of June, 1941. Most of the armour corps (mekhanizirovannye korpusy) were stationed way to the first line along the borders, a certainly unusual fact for a «defensive» deployment; because military logic dictates that the first lines are to be manned by infantry dug out in solid positions, with the task of containing the adversary’s onslaught. Only thereafter comes the armour from the rearguard to counterattack. Likewise a large number of frontal aviation regiments were based too close to the front, as giving the impression the fighters and light bombers were ready to provide support and escort to a future motorized and mechanized offensive. Field Marshall Erwin Rommel in 1944 in full preparation for the Western allied disembark in France insisted on a more conservative deployment, in order not to expose his precious Panzerdivisionen to the initial assault, but, from the safety of the rearguard, wait for the counterattack. However, even if Stalin‘s deployment is considered too exposed, we must bear in mind that since its inception, the RKKA‘s doctrine was mainly offensive. Is it perhaps only due to this fact that Stalin‘s «defensive deployment» adhered to such a doctrine?

Let us briefly review the doctrinal differences between the Wehrmacht and the RKKA. In this respect, Soviet operational planning is in opposition to German military doctrine; whereas the latter stresses the necessity of securing a decisive battle through Blitzkrieg during the opening stages of a campaign identifying the «critical point» (Schwehrpunkt) for a breakthrough and encirclement, the soviet high command develops the concept of «deep-battle», where an enemy would be annihilated in a series of successive offensive operations over potentially a prolonged period of time. The designing of super-heavy tanks such as the KV series responds to this «deep-battle» need, tanks able to survive for prolonged periods of time behind the enemy’s lines.

Marshall Tukhachevskii
A common belief among the pre-war Soviet leadership was that the Soviet Union was under the threat of encircling capitalist states. By studying recent campaigns and weapons development, these RKKA theorists sought to break the stalemate of positional warfare and restore mobility in the battlefield. They, led by future Marshal of the Soviet Union Mikhail Tukhachevsky, rejected the emphasis placed on obtaining victory through a single decisive battle of annihilation. Their work led to a new conception of waging war that recognized that the accomplishment of strategic objectives could only be achived through the cumulative operational success of successive operations. This led to the creation of a new area of military science called «operational art».

After the end of the Russian Civil War, Tukhachevsky played a leading role in military reforms and from 1931 managed the rearmament of the RKKA and the establishment of modern military schools. In 1935 he was promoted to marshal of the Soviet Union.
Tukhachevsky was tried with seven other top Red Army commanders in June 1937, during the Stalin’s purges, on charges of conspiracy with Germany. All eight were convicted and executed. In 1988 he was officially rehabilitated.


In any case Stalin since August, 1939 orders a mobilization plan within two years, that will terminate in Summer, 1941 in what at first glance seems to be an offensive deployment. However due to the deficient state of the transportation network (roads, railstock…) at that time this deployment is still to be finished. Not all the projected aerodromes are still combat ready. The ground forces, though, surpass 3 million men along with 15,000 tanks, most of them in forward positions (The Wehrmacht will launch Barbarossa with about 3,500). It is exactly now when Hitler unleashes his assault before Stalin is fully ready. In Hitler‘s mind if the Eastern campaign had to start it had to start now. Once the USSR be defeated, will the Führer retake operations against the British isle.

11th of December, 1941: In a speech regarding the war declaration on the United States of America, the German leader says:

«Already in 1940 it became increasingly clear from month to month that the plans of the men in the Kremlin were aimed at the domination, and thus the destruction, of all of Europe. I have already told the nation of the build-up of Soviet Russian military power in the East during a period when Germany had only a few divisions in the provinces bordering Soviet Russia [after the Polish campaign]. Only a blind person could fail to see that a military build-up of unique world-historical dimensions was being carried out. And this was not in order to protect something that was being threatened, but rather only to attack that which seemed incapable of defense … «

«A truly impressive amount of authentic material is now available that confirms that a Soviet Russian attack was intended…»

Do these words have any real grounds or they are just a mere justifycation of a fait accompli? If this speech has any real grounds at what time Hitler decided to unleash the assault: at the time General Marcks started his planningto in July 1940? And if this evidence became patent so early (still during the battle of France) why Grand Admiral Raeder tried to no avail convince him to not to open a second front and to remark that in no case Stalin would be ready for an aggression until 1942-43? Was therefore Raeder vetoed the access to such sensitive information? If this massive evidence explained by Hitler really existed this became consolidated and along with it the decision for the attack against the USSR sometime during Fall 1940. In the RKKA‘s HQ counterattack and even attack contingency plans were devised. But it is necessary to remark the word «contingency» in the sense of «in case of…». But if Hitler became acquainted with a «Soviet-Barbarossa» plan that would ignore the Non-Aggression russo-german Pact with the aim of the control of Europe, this is subject to debate.

Would have Stalin attacked Hitler if not the opposite? Let us remember that in regards of the aforementioned Non-Aggression Pact signed in Moscow on the 23rd of August, 1939 between foreign Ministers, Ribbentrop and Molotov, both superpowers rejected any mutual aggression and matter of factly became allies. Furthermore by virtue of this agreement’s secret protocols Estaern Europe was to be shared in spheres of influence between both dictators. Poland, seen by both as a political aberration, created and slipped into the post-WWI European map by the winning powers, was to be overrrun soon. If on the 1st of September, 1939 Hitler invaded western Poland, on the 17th Stalin entered Poland from the East. And then a shocking political statu quo was established: The Third Reich and the USSR took positions standing face to face along common borders. No «buffer» Poland anymore laid between them. Both allies observed each other with distrust…but still allies. The reader must conclude whether this was the logical development of current events or if not…who would be benefitted then for having the future enemy at the gates?


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6 respuestas a “¿Un Ataque Preventivo?

  1. A riesgo de escribir un testamento, debo subrayar, sin embargo, varias cuestiones:

    1) Fue la URSS la que propuso a Gran Bretaña y Francia – recién ascendido el NSDAP al poder – crear una alianza para frenar el más que evidente anhelo de expansión germano (manifestado tantas veces por Hitler en sus discursos y en el Mein Kampf). Obviamente las potencias liberales occidentales desoyeron la propuesta soviética porque temían y odiaban más a la URSS que a la Alemania de Hitler, que en 1934 todavía era muy débil y nadie imaginaba qué poder sería capaz de alcanzar en 1939-1940 (precisamente por las políticas de Francia y Gran Bretaña, que mencionaré ahora en los siguientes puntos). No hay que olvidar que el odio hacia la URSS no era sólo por su nuevo poder político, económico y social, sino por el simple hecho de haber renacido cual ave fénix de sus propias cenizas (me refiero a los millones de muertos en la Gran Guerra y la Guerra Civil Rusa, que por cierto causó mayores pérdidas humanas y materiales que la primera), después de un brutal conflicto fratricida y la intervención internacional de franceses, ingleses, estadounidenses, japoneses, etc. que pretendían, aprovechando la ocasión, arrebatar cada uno de ellos por su parte un pedazo del gran pastel ruso (la mentalidad colonial era todavía muy fuerte en aquella época y Rusia se contemplaba como eso, una posible «colonia europea»). Pero esta campaña fracasó y quedaron sin satisfacer muchas ansias voraces. No hay que olvidar tampoco que, tras la reciente desclasificación de archivos soviéticos, se ha averiguado quién financió las revoluciones de febrero y octubre: los banqueros estadounidenses y los masones alemanes, respectivamente. Las URSS pagó más que generosamente a todos ellos, pero esto es un tema aparte que precisa de otro gran artículo y mucha reflexión.

    2) En 1934 (antes de la «Conjura de Múnich» en 1938 y el Pacto Germano-Soviético en 1939), la Polonia de Pilsudski pactó con Alemania un pacto no sólo análogo de no agresión, sino también el de una posible cooperación en caso de guerra contra la URSS. El resultado de dicho pacto quedaría plasmado en el reparto de Checoslovaquia en 1938, cuando Polonia obtuvo la región de Teschen (Cieszyn Silesia). Sin embargo, Polonia al mismo tiempo negoció y pactó con Francia y Gran Bretaña, alegando que en caso de una guerra de Occidente contra Alemania, Polonia atacaría la retaguardia alemana una vez las tropas de ésta estuvieran estancadas en una dura guerra en la frontera con Francia (todavía se pensaba que pasaría lo mismo que en la Gran Guerra: un frente estático de trincheras). Así pues, Polonia jugaba a un peligroso juego a dos bandas, cegada por las ansias imperialistas de una élite con espíritu de szlachta, que anhelaba el resurgir de la Rzeczpospolita y la creación de un estado «Miedzymorze» («de mar a mar, desde el Báltico hasta el mar Negro). Es decir, tanto la URSS como Alemania estaban amenazadas por una Polonia beligerante en caso de guerra.

    3) En 1938 tuvo lugar la mencionado «Conjura de Múnich», llamada suavemente y conocida como «Conferencia de Múnich». En ella de facto las potencias occidentales (especialmente Gran Bretaña) obligaron al gobierno checoslovaco a ceder la región de los Sudetes (clave sector industrial, militar y defensivo), dejando a los checoslovacos desnudos y, además, entre la espada y la pared, pues aunque estaba dispuesta a defenderse (la le pequeña Checoslovaquia tenía un ejército muy bien disciplinado, armado y pertrechado, amén de bastante moderno y capaz), no podía hacerlo porque no sólo estaba sola y ahora además desprovista de industria y defensa, sino también abandonada a su suerte y presionada por Occidente y, además, amenazada por Polonia en su retaguardia, pues ésta se había negado a la proposición soviética de trasladar por su territorio 160 divisiones para ayudar a Checoslovaquia en caso de una eventual guerra contra Alemania (el gobierno polaco alegó que si acaso tal paso de tropas finalmente tenía lugar, los soldados polacos dispararían a los soviéticos por la espalda). Finalmente Occidente presionó y puso un ultimátum al gobierno checoslovaco, que finalmente cedió y todo el país fue anexionado por Alemania. Polonia obtuvo, como ya he mencionado, una parte del pastel como resultado de su pacto con Alemania. Todo indicaba a que Occidente no deseaba derrotar a Alemania, porque aun pudiendo haberlo hecho sin dificultad cuando los germanos entraron en Alsacia y Lorena, no lo hizo. Al igual que tampoco lo hizo en 1938, cuando no sólo no aprovechó el ofrecimiento de ayuda de la URSS y no movilizó a sus propias tropas, sino que reforzó a Alemania con nuevos territorios, recursos humanos e industria.

    4) El 1 de septiembre de 1939 Alemania invadió Polonia porque conocía los juegos a dos bandas de ésta y sabía que si deseaba deshacerse de Francia, debía acabar con Polonia. Stalin mediante el Pacto Germano-Soviético evitó que: a) Alemania y Polonia se aliaran contra la URSS, b) que, aprovechando la ocasión, a esta alianza se unieran Gran Bretaña y Francia, que desde la Guerra Civil Rusa deseaban poner de rodillas al gran coloso. Por eso Stalin industrializó a pasos agigantados el país (aun a expensas de cierta parte de la población), por eso planificó un rearme total, por eso quiso ampliar sus fronteras y extender su zona de influencia, para crear un cordón defensivo. Stalin nunca pretendió conquistar Europa ni fomentar el «comunismo internacional». Su único objetivo era crear lo más rápido posible un estado fuerte y capaz de resistir de nuevo en calidad de parte agredida una eventual invasión, bien de una Alemania poderosa que ya ha subyugado a Europa, o bien de una Europa liberal-fascista aliada con Alemania y Polonia utilizadas como arietes y puntas de lanza. En cuanto a la «invasión por parte de la URSS de la parte oriental de Polonia el 17 de septiembre en calidad de aliada de Alemania», cabe destacar y matizar que: a) la URSS no anexionó tierras polacas, sino que recuperó tierras ucranianas y bielorrusas occidentales, invadidas por Polonia tras la caída del Imperio ruso y la Guerra Civil Rusa; b) cuando la URSS entró en dichas tierras el 17 de septiembre, Polonia como estado ya no existía: su gobierno estaba huyendo de camino a Rumanía, sus tropas estaban incomunicadas y no recibían órdenes, etc., y las pocas que les llegaban les encomendaban no oponer resistencia a los soldados soviéticos; c) la URSS se «repartió Polonia» con Alemania siguiendo prácticamente justo la línea Curzon, propuesta por Gran Bretaña como posible frontera de tregua en la guerra ruso-polaca de 1919-1920. Por eso llamar «aliadas» a Alemania y la URSS a raíz del pacto de 1939 es un tanto incorrecto, pues no se pactó nada que ya no hubieran hecho Gran Bretaña, Francia o Polonia. Así que o todas fueron aliadas de Alemania (cosa que nunca se dice en la historiografía occidental oficial), o bien no lo fue ninguna. Sin embargo hay una gran diferencia entre todos estos pactos: a) Francia y Gran Bretaña fortalecieron voluntaria e intencionadamente a Alemania, en gran parte con territorios de terceros (no olvidemos tampoco que Occidente no hizo nada a Alemania cuando ésta invadió Polonia, supuesta aliada de Occidente, teniendo sólo Francia muchas más fuerzas que la Alemania de 1939); b) Polonia incluso pactó operaciones conjuntas, que no simultáneas (cosa bien diferente), en caso de guerra contra la URSS; c) la URSS sólo propuso una no agresión y un reparto de influencias, nunca una alianza.

    5) Teniendo en cuenta los puntos anteriores y todo lo expuesto en el artículo a comentar, considero más que evidente el motivo del rearme soviético. Sin embargo, todavía quedan muchos puntos por matizar:

    A) el potencial industrial de la URSS sólo superó al del Reich (que no sólo era alemán, sino prácticamente paneuropeo continental) a partir de 1943, gracias al traslado sin análogos de toda la industria más allá de los Urales.

    B) La URSS a partir de la «Conjura de Múnich» y las intrigas de Polonia sabía que nunca debía agredir primero porque de ser así cabría la posibilidad de que toda Europa (liberal y fascista) se aliara contra ella antes de estar lista para poder incluso defenderse.

    C) Stalin sabía que la guerra era cuestión de tiempo y que el agresor sería Alemania, por eso le beneficiaba no entrar en conflicto abierto con ella, ya que veía las intenciones de Francia, Gran Bretaña y Polonia, pero como también conocía las intrigas de Polonia a dos bandas sabía que era cuestión de tiempo que ese posible bloque liberal-fascista antisoviético se resquebrajara y surgiera un conflicto entre liberales y fascistas. Lo único que hizo Stalin fue impedir que la URSS fuese atacada antes del rearme. Pero Francia cayó demasiado rápido y Alemania dirigió pronto su mirada a su objetivo principal: la URSS.

    D) La disposición de las tropas es una cuestión a debatir (doctrina de guerra, incompetencia de mandos, etc.), pero lo que está claro es que Stalin sabía la cantidad de tropas alemanas concentradas y dispuestas a lo largo de la frontera soviética y había sido informado de un inminente ataque alemán, sin embargo no sólo la cantidad de divisiones soviéticas era menor en todas las direcciones de ataque alemanas, sino que también dichas divisiones no estaban completas, lo cual indica que si la relación de divisiones era, por ejemplo, 1,5-2 a 1, al tener las alemanas 15 000 hombres y las soviéticas 6000-8000 efectivos, la relación de fuerzas real ascendía a 3-4 a 1 a favor de Alemania. Un tanto extraño si la URSS tenía pensado invadir Europa y atacar a una Alemania tan potente, reforzada por todos sus aliados y la industria de éstos, que en 1941 era muy superior en producción a la soviética.

    Disculpen la extensión.

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    1. Si me permites iré párrafo por párrafo respondiendo tu valioso comentario.

      Punto 1) : Haces un rápido análisis de la historia rusa y soviética del pasado siglo, ciértamente trágica. Estamos de acuerdo en que la revolución no nació de la misma Rusia, sino que fue importada. Una gran mayoría de los personajes claves de la revolución bolchevique no fueron rusos sino extranjeros. Y como apuntas contaron con apoyo desde fuera (financiero y con voluntarios revolucionarios). La banca internacional jugó un papel fundamental en este proceso. Como dices es tema aparte y no pertenece al ámbito de esta página web.

      Punto 2): Interesante apunte sobre el papel polaco de preguerra. La historiografía de la Segunda Guerra Mundial siempre ha presentado a Polonia como la «víctima», pero todo el mapa europeo tras la Gran Guerra (en especial el oriental) se diseñó de una manera «arificial», con etnias diversas que quedaron englobadas en estados recién creados, con la consiguiente inestabilidad y confrontamiento social.

      Punto 3): En la última frase dices que «… Occidente no deseaba derrotar a Alemania, porque aun pudiendo haberlo hecho sin dificultad cuando los germanos entraron en Alsacia y Lorena, no lo hizo…». Desde luego hacerlo no lo hicieron pero afirmar que no lo deseaban puede ser objeto de debate. No olvidemos que desde el ascenso al poder de Adolf Hitler en 1933, ya clamaban voces poderosas a ambos lados del Atlántico contra el Nacional Socialismo alemán, voces del mundo de la política y las finanzas.

      Punto 4): La industrialización de la URSS era obligada si Stalin quería sobrevivir y consolidar su sistema político. Necesitaba sacar a la Madre Rusia de su retraso industrial y necesitaba un ejército moderno y potente. Para él era imperioso acelerar este proceso y de llegar una guerra, mantenerla lo más al oeste posible, lo más larga posible y lo más alejada de las fronteras de la URSS. Cuestión de supervivencia básica.

      Respecto al párrafo «…En cuanto a la “invasión por parte de la URSS de la parte oriental de Polonia el 17 de septiembre en calidad de aliada de Alemania”, cabe destacar y matizar que: a) la URSS no anexionó tierras polacas, sino que recuperó tierras ucranianas y bielorrusas occidentales, invadidas por Polonia tras la caída del Imperio ruso y la Guerra Civil Rusa…». Tengamos en cuenta que no entramos en debatir la justicia o no de los hechos acaecidos, sino que debemos relatar lo que sucedió. En ese momento en 1939 Polonia era un estado formado sobre antiguo territorio alemán y ruso, pero al fin y al cabo un estado soberano creado tras la Primera Guerra Mundial. De la misma forma que Stalin justificó la ocupación para proteger a las minorías ucranianas y bielorrusas, también Hitler hizo lo propio para con las germanas.

      Respecto al 5) a) la potencia militar de la URSS era muy superior a la germana, si no en cuanto a hombres (número similar en cuanto a soldados), sí en cuanto a aviación y tropas motorizadas y acorazadas. En agosto de 1941 en una entrevista de Guderian con Hitler, este último le dijo que de haber sabido que Stalin contaba con tantos carros de combate, jamás hubiera invadido. Y es que el pico de producción del Tercer Reich no se logró hasta 1944. Bien es verdad que durante el verano de Barbarroja de 1941 la producción soviética disminuyó grandemente por la pérdida de territorios y por el traslado de la industria de las regiones occidentales tras los Urales.

      Respecto al 5) d) es cierto que el RKKA estaba aún en fase de reequipamiento y rearme en 1941. Es cierto que muchas divisiones no estaban al completo y la mayoría de los cuerpos mecanizados contaban con carros de combate BT y T-26 y pocos T-34 y KV, pero el total de hombres del RKKA era aproximadamente el mismo que el de la Wehrmacht y aliados, unos 3 millones. El hecho de que las divisiones soviéticas estuvieran dotadas de 8000 hombres en comparación con las alemanas (14.000) era por pura definición de las plantillas de dotación de las unidades. Una división soviética era (por definición) equivalente a una brigada alemana, así como un ejército del RKKA (Armya) equivalía en número a un cuerpo de ejército de la Wehrmacht (Armeekorps), pero insisto, no porque las unidades estuvieran «a la mitad», sino por definición de las plantillas.

      Muy agradecido por tu valioso comentario.
      Saludos

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  2. Un placer caballero. Pero me gustaría subrayar que:

    Punto 3: Dentro de las élites anglosajonas (incluida la realeza británica) había mucha simpatía hacia la Alemania nazi. En 1937 Francia pudo haber impedido que Hitler obtuviera Alsacia y Lorena. De hecho, el Führer ordenó a sus tropas retirarse en caso de encontrar la más mínima resistencia, pero no la hubo. Ya desde 1933-34 la URSS propuso crear un bloque de contención contra Alemania, a lo que se hizo caso omiso. En 1938 Occidente (especialmente Inglaterra) entregó a Alemania ricas zonas industriales checoslovacas, con lo cual fortaleció su potencia industrial y armamentística (Checoslovaquia tenía un equipo bélico bastante moderno). En 1939, cuando Hitler invadió Polonia, Francia e Inglaterra declararon formalmente la guerra a Alemania, pero no movieron ni un dedo mientras su aliada, Polonia, era devorada. Su intención fue la de «asustar» al Reich, pero no lo lograron. De hecho fue su gran error, pues si antes pretendieron utilizar a Alemania y Polonia contra la URSS, tras invadir la primera a la segunda la declaración formal de guerra le demostró a Alemania que Occidente la consideraba realmente su enemiga. Lo que nadie se imaginaba es que un ejército de 800 000 efectivos germanos derrotaran en 1940 a una hueste gala que – como mínimo – la quintuplicaba en número (realmente el ejército francés contaba con 6 000 000 de efectivos; si la mitad de esa fuerza hubiera atacado a Alemania tras declararle la guerra en 1939 al invadir ésta Polonia, el Reich habría sido derrotado, o por lo menos frenado y limitado, con sus posteriores consecuencias). Por tanto Occidente alimentó conscientemente y dio rienda suelta a una fuerza que creyó poder controlar. Craso error.

    Punto 4: Como ya he dicho, el 17 de deprimente de 1939 Polonia ya no existía como estado. No había gobierno, no había comunicación entre la tropa, nada en el país funcionaba. De facto era tierra de nadie. La URSS no invadió Polonia, entró en tierras habitadas mayoritariamente por ucranianos y bielorrusos que ya no estaban bajo ub gobierno polaco. Era tierra de nadie, repito. Sobre esta cuestión es muy interesante escuchar al israelí Yakov Kedmi.

    Punto 5: La potencia militar no se mide en cantidad, sino en calidad. De las decenas de miles de carros de combate soviéticos sólo un pequeño porcentaje era capaz de hacer frente (siendo realmente superiores los T-34 y KV-1 a los panzer alemanes de 1941) a los tanques alemanes, apoyados por una aviación totalmente imperante en los cielos (los aviones soviéticos eran muy inferiores en velocidad y maniobrabilidad). Además, la artillería alemana era también superior. Si a todo ello le sumamos el factor sorpresa del ataque y que las divisiones soviéticas (por su plantilla inicial) eran inferiores en cantidad de efectivos y además el número de dichas divisiones era menor en las tres direcciones principales e iniciales de la ofensiva alemana, entonces queda claro que el Alto Mando alemán sabía lo que hacía. Nadie era idiotas. En cuanto a la industria, insisto: prácticamente TODA Europa trabajaba y producía para el Reich, siendo éste hasta 1943 el líder de la producción continental. Sólo a partir del traslado de 1500 plantas y fábricas al este de los Urales se pudo cubrir de manera mucho más segura y satisfactoria las necesidades del frente. Además, no debemos olvidar que en 1941-1942 la URSS perdió un territorio gigantesco, donde aparte de industrias y tierras muy ricas (las más ricas, de hecho) habitaban unos 80 millones de personas. El error de Hitler fue pensar que la población soviética odiaba al régimen estalinista y que querría ayudar al Reich a derrocarlo. Otro error fue no contar con la Osoaviakhim, una instrucción que ayudó a que la población soviética pudiera organizar movimientos partisanos eficaces. Y en cuanto al «lend lease», cabe mencionar que sólo fue el 4% de la producción soviética de aquellos años de guerra. En resumidas cuentas, la URSS no fue superior a Alemania y sus aliados hasta 1943-1944.
    PD: Cuando digo «a la mitad» no me refiero literalmente, sino que no respondían – como decía Zhúkov – a las exigencias de tiempo de guerra.

    Encantado de participar en este debate.

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    1. Para ver la potencia militar de ambos bandos debemos consultar los órdenes de batalla. Respecto al del RKKA, recomiendo encarecidamente la obra (ciertamente concienzuda de Maximino Argüelles Martínez “Orden de batalla del Ejército Soviético, año 1941” [ISBN: 978-1-291-02167-7]. Escrita por este autor español en 2012, recoge con detalle exhaustivo la composición de las Fuerzas Armadas soviéticas. Modestamente puedo recomendar mi libro “Barbarroja 03:00hrs” en cuya primera parte detallo los órdenes de batalla de ambos contendientes. También hay un estudio detallado de todos los órdenes de batalla en http://www.niehorster.org que también recomiendo.

      Estimado Mikael, hay que romper otro mito, el de la invencibilidad del Panzer. En el escenario de 1941, la mayoría de las divisiones acorazadas de la Wehrmacht constaban de carros checos Pz 35(t) y Pz 38(t), además de PzKpfw III. Hablamos de carros de combate con blindajes medios o débiles y cañones de pequeño calibre (3,7 cm en el Pz III y 4,7 cm en el Pz 38(t)). El equivalente soviético, que se tiende a despreciar injustamente como poco menos que chatarra, el T-26 y los BT, montaban piezas más potentes de 45 mm. Estas, en polígono de pruebas podían medirse de tú a tú con estos modelos alemanes que menciono y eran bastante superiores a los Pz I (2 ametralladoras de 7,92 mm.) y el Pz II (cañón de 2,0 cm.). EL Pz IV era el modelo más moderno con un cañón “corto” de 7,5 cm. pero no había muchos de ellos.

      Estamos de acuerdo que la potencia militar tiene en cuenta más factores que el numérico y no se mide en polígono de pruebas. Hay que considerar entrenamiento, moral, doctrina de empleo, uso conjunto con al arma aérea, apoyo logístico y más. Pero en el desastre del RKKA del verano de 1941, intervino muy directamente (amén de otros factores) el despliegue tan avanzado de los cuerpos mecanizados del RKKA; en especial cabe mencionar el del Distrito Militar de Kiev (luego Frente Suroocidental). Al estar tan adelantados, quedaron rápidamente sobrepasados por el asalto sorpresivo germano inicial. Recordemos que la mayor batalla de carros de combate de la historia (hasta julio de 1943, batalla de Kursk-Orel) esta se dio en el triángulo Dubno-Brody-Lutsk. Allí estuvo a punto de frenarse en seco a los pocos días de su comienzo la Operación Barbarroja, cuando las fuerzas Panzer de Kleist se enfrentaron a varios cuerpos mecanizados soviéticos. La división 6ª de Hube incluso quedó aislada de retaguardia y si el 1. Panzergruppe de Kleist sobrevivió fue por la solidez del mando y control germano, apoyo aéreo y el hecho de que los cuerpos soviéticos llegaron al combate no al unísono sino secuencialmente. El peligro de los carros soviéticos, quedó patente y su gran número y no hablamos de T-34 ni de KV. Sí, la calidad es una gran cualidad en el arte de la guerra, pero como dijo Zhukov “la cantidad es una cualidad en sí misma”. Y no le faltó razón pues el Eje fue derrotado por una arroladora cantidad de medios desde todas direccioines.

      Respecto a la producción militar, adjunto unos datos extraídos de “The economics of World War II: Six Great Powers” por Mark Harrison [Cambridge University Press 1998]

      Gasto militar en miles de millones de dólares (de 1990)

      Alemania (1938): 351 / (1939): 384 / (1940): 387 / (1941): 412
      URSS (1938): 359 / (1939): 366 / (1940): 417 / (1941): 359

      En número de soldados en 1941 en el mundo Alemania y las URSS disponen del mayor ejército con con 7.309.000 y 7.100.000 hombres, respectivamente. En número de carros de combate, Alemania produce en ese año 3.800 y la URSS 4.800 unidades.

      Es realmente a partir de 1942 cuando Alemania empieza a acelerar significativamente una producción de guerra considerable, alcanzando entre 1942 y 1944 un incremento del 300% y su pico en 1944.

      Saludos y gracias por tus apuntes, que estoy seguro son de especial interés para los seguidores.

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  3. El ensayo que busca responder si lo de Barbarroja fue o no un ataque preventivo OLVIDA o No se habla para nada de:
    las directrices políticas y estratégico-militar del KOMINTERN para expandir la revolución comunista, elaboradas mucho antes del Mein Kampf y puestas al día en contra de los fascismos en 1935.
    Es FALSO que por el pacto Molotov-Ribbentrop la Alemania NS y la URSS eran aliadas
    Tampoco se habla de la política de agresiones soviéticas ANTES e inmediatamente DESPUÉS del «Pacto de no agresión» con las nuevas exigencias de Molotov ante el Fuhrer alemán …
    Los datos de gasto militar (Alemania NS y la URSS entre 1938-1941 que señala ESTÁN SESGADOS y no muestran la REAL TENDENCIA de dicho armamentismo (sea defensivo u ofensivo)
    Lo que dijo Zhukov solo aplicaba al no tener un arma de destrucción masiva, que los «malvados nazis» SI POSEÍAN pero que por alguna razón oculta (o no explicada por falta de información) no se animaron utilizar …
    RESPONDO LA PREGUNTA: El lector debe preguntarse y concluir “¿A quién interesaba tener al futuro enemigo justo al otro lado de la frontera?…..”¡¡¡A Stalin y la URSS!!!

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    1. Estimado, Salvador. Ante todo disculpas por la tardanza en responder a su comentario y agradecido de haber captado su atención. Es evidente su entusiasmo y conocimiento al respecto de la «teoría del ataque preventivo».

      Dicha teoría sigue sujeta a debate y pretende probar que el Tercer Reich no tuvo más opción para su supervivencia que iniciar la campaña del Este antes de que la U.R.S.S., que estaba en un proceso de rearme y modernización de sus fuerzas, estuviera lista para posibles acciones hacia Europa.

      Desde aquí, donde confieso no tener la documentación que pruebe lo expuesto (ya me gustaría tener en mis manos este «unicornio»), puedo hacer varias reflexiones sobre el asunto. Una de ellas es de índole político-ideológico. Me refiero con esto a que mientras el Nacional-Socialismo por deficinición se entiende con un carácter «nacional», el Comunismo tiene una esencia «internacional», es decir busca la expansión de su doctrina. ¿Sería esto suficiente para decir que la invasión de Rusia estuvo justificada antes de que el Ejército Rojo hubiera estado listo hacia 1942-43 para inciar un asalto hacia Europa? No, desde luego que no es suficiente.

      Seguiríamos analizando el despligue de las fuerzas sobre el terreno. Si observamos el despliegue del Ejército Rojo, nos damos cuenta de que sus fuerzas «ofesivas», o sea, acorazadas, estaban demasiado adelantadas como para ser meramente «defensivas». ¿Qué se buscaba con ello? ¿Existían planes de contingecia del Ejército Rojo para actuar hacia Europa? Sí. ¿Planes de conquista o de mera respuesta ante una agresión? Desconozco los primeros si los hubo. De los segundos sí había. Dejo las conclusiones al lector.

      Por otro lado, Alemania, no había conseguido respuesta positiva a su oferta de paz a Gran Bretaña en el verano de 1940 (Churchill la rechazó de plano) y seguía con ese frente abierto, sabiendo que la ayuda americana podría llegar en cualquier momento. En este escenario que la U.R.S.S. era una incógnita y se podría aliar contra el Reich, no tenía Hitler más opción que lanzarse a un ataque prematuro contra Stalin. La apuesta era muy alta pero sencilla: Si sucumbía el Ejército Rojo y el regimen de Stalin se reemplazaba (objetivo real de Barbarroja), entonces el frente oriental estaría asegurado y la posicion de Hitler en Europa sería mucho más segura para afrontar nuevos eventos desde el oeste.

      Respecto a la alianza Tercer Reich-Unión Soviética, la palabra «alianza» no gusta ni a unos ni a otros. Sea cual fuere el término que usemos, hablamos de acuerdos de colaboración cultural-económico-militar muy estrechos. Bien es cierto que esta colaboración no se extendía con vistas a una misma geoestrategia.

      Reciba un cordial saludo, amigo.

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