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INTRODUCCIÓN

La primera mitad del siglo XX es un período de ideologías puras y extremas. Es algo totalmente alejado del pensamiento y estilo de vida común de los ciudadanos de la actualidad. Fascismo, Nacionalsocialismo y Comunismo coexisten con las viejas potencias democráticas occidentales (principalmente Francia y Gran Bretaña, agotadas tras la Gran Guerra). Se trata de un período “post-revolución industrial” que experimenta un increíble desarrollo de la tecnología en los albores del pasado siglo y es especialmente acelerado en la Primera Guerra Mundial.

Un complejo sistema de alianzas provoca un efecto «dominó» en 1914 que aboca al desastre a casi toda Europa. Es la Primera Guerra Mundial. Tal conflicto comienza con millones de hombres marchando a las trincheras a pie. Pero en breve el cielo se llenará de máquinas voladoras, los suministros se harán llegar a bordo de transportes motorizados y el carro de combate aparecerá cambiando para siempre la esencia del «arte de la guerra». Así máquinas se apoderan a velocidad vertiginosa del campo de batalla. Al acabar la Gran Guerra con la derrota de los Imperios Centrales, la Alemania del Káiser se ve obligada a firmar los estrictos términos del Tratado de Versalles, reconociendo la responsabilidad impuesta por los vencedores de la tragedia acontecida. Es entonces cuando el mariscal de campo galo Ferdinand Foch afirma : “Esto no es un tratado de paz. Es un armisticio para veinte años”. Foch no se equivocó ni en un sólo año. El terreno queda abonado para una guerra a escala sin precedentes con una tecnología más evolucionada. Modernidad y letalidad definirán a esta Segunda Guerra Mundial, características de una nueva forma móvil y devastadora de combatir.

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ENTREGUERRAS: 1918-1939

Recogida en las páginas de su obra Mein Kampf (“Mi lucha”) escrita en sus años de joven activista político, Adolfo Hitler escribe desde su celda en la prisión de Landsberg (tras su fallido Putsch en Munich, 1923) su ideario político. En ella vuelca todo su desencanto acerca del dócil sistema democrático-liberal que impera en Alemania y que a su juicio la sume en la pobreza y el caos social y económico. Su credo pangermanista demanda ampliar el espacio vital (Lebensraum) de los pueblos alemanes de Europa, sometidos por las potencias vencedoras del conflicto de 1914-1918 y constreñidos a una asfixia geográfica. Este espacio vital sólo puede conseguirse a costa de arrebatárselo a otros pueblos más al este. Por añadidura Adolfo Hitler justifica la necesidad de erradicar el Bolchevismo como una especie de «cáncer de la humanidad», además de plasmar su animadversión hacia el judaísmo. Estos principios ideológicos convirtirán la venidera campaña de invasión de Rusia en algo terriblemente singular. Se tratará de una cruzada ideológica no para vencer a un enemigo, sino para aniquilarlo. La Segunda Guerra Mundial en Europa se decidirá en los campos de batalla del este de Europa.

Las principales potencias vencedoras dictan el nuevo orden tras la Gran Guerra. Gran Bretaña se reafirma como el gran imperio colonial que es junto con Francia. El precio pagado para mantener el statu quo es elevado: la sangre de millones de hombres jóvenes caídos en combate. Y ambas están agotadas económicamente. Alemania, obligada por el mencionado Tratado de Versalles (julio 1919) paga con sus recursos las exageradas reparaciones de guerra que se le imponen. Los años 20 serán años convulsos para los germanos. Son los años de la famosa hiperinflación. Alemania imprime papel moneda que casi carece de valor. Se imprimen billetes por cantidades astronómicas de millones de marcos, que apenas valen para una hogaza de pan. El espectro político se fractura y se radicaliza peligrosamente hacia la izquierda y la derecha. Las calles son tomadas por unos u otros. El enfrentamiento está servido.

Entretanto Rusia, que se ha retirado de la Primera Guerra Mundial y tras una desastrosa campaña militar contra los Imperios Centrales, a raíz de la revolución bolchevique de 1917 se sume acto seguido en una trágica contienda civil (1917-1923). «Rojos» y «Blancos» (ejército imperial del zar) combaten por su supervivencia. Lenin, el nuevo líder indiscutible de las masas obreras levantadas contra el sistema aristocrático de la Rusia zarista crea una nueva sociedad desde cero. La transformación de Rusia se consuma bajo puño de hierro e implacablemente. Se depura la sociedad de «traidores al pueblo» y se liquida de la manera más expeditiva no sólo a toda oposición política, sino a los que se osan desviarse de los principios más ortodoxos imperantes.

Rusia entra en guerra con Polonia (1919-1921) y pone a prueba a su nuevo RKKA, el nuevo Ejército Rojo de Trabajadores y Campesinos. Muerto Lenin, Stalin, el funcionario gris, sistemático y eficaz entre bastidores se hace con la jefatura del Partido Comunista. En los años 30, aún Stalin considera que la nueva Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas no está del todo libre de «traidores al pueblo»: comienzan las trágicamente famosas «purgas de Stalin» entre la oficialidad de su mismo Ejército Rojo. Es la época del terror. la URSS se sume en una neblina de secretismo tanto de puertas adentro como hacia fuera. El líder comunista, empero, siente la debilidad de su sistema ante las potencias occidentales. Debe iniciar a toda prisa un programa masivo de rearme.

Entretanto, Hitler es elegido canciller de Alemania en 1933 tras su ajustada victoria en elecciones democráticas. Está decidido a devolver no sólo a Alemania, sino a todos los pueblos germanos dispersos por Europa, fragmentados por la voluntad de las potencias vencedoras de la Gran Guerra, al puesto que le corresponde. También quiere terminar con las gravosas reparaciones de guerra, recuperar los territorios perdidos y, como Stalin,  iniciar un programa de armamentos que directamente violará los términos del Tratado de Versalles. En un peligroso juego de ajedrez en 1936 ocupa la zona desmilitarizada de las tierras del Rhin. Saltan las alarmas en los medios de comunicación mundiales, pero ni Francia ni Gran Bretaña mueven un dedo. Francia dispone de un poderoso ejército, pero ni un francés quiere ni volver a imaginar combatir de nuevo en las trincheras. En el nuevo Tercer Reich, Hitler obtiene un triunfo clamoroso. Y volverá a tenerlo en 1938 cuando ocupe los Sudetes (la región limítrofe con Checoslovaquia) y la anexión de Austria (Anschluss), que dejará de llamarse Austria, para convertirse en Ostmark. La completa ocupación de Checoslovaquia será el último triunfo sin consecuencias antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial.

El Reichswehr (fuerzas armadas alemanas) cambia de nombre. La nueva Wehrmacht, con hombres muy capaces fogeados en el anterior conflicto, teorizan sobre el futuro de las guerras con carros de combate. La Wehrmacht desea en el menor tiempo posible convertirse en una fuerza altamente móvil…y acorazada. La Guerra Civil Española (1936-1939) será el escenario perfecto para naciones extranjeras como Alemania y la Unión Soviética para probar moderno material y tácticas. Será precisamente en la península ibérica donde voluntarios del RKKA <Ejército Rojo> (en apoyo de la república española) y la Wehrmacht (afectos a la causa alzada) se enfrenten por primera vez. Los primeros Panzer se medirán contra los T-26 y los Messerschmitt contra los Polikarpov.

Terminada la guerra de España con la victoria del bando rebelde (general Francisco Franco), en el «tablero de ajedrez» europeo Alemania aún no es una potencia militar consolidada  y ni mucho menos plenamente mecanizada. Tampoco el Ejército Rojo ha terminado sus programas de reequipamiento y modernización. Stalin, que presiente la futura amenaza de Hitler, desea acercarse a Francia y Gran Bretaña, aunque será en vano. Es entonces cuando se produce el 23 de agosto de 1939 uno de los hechos más controvertidos del siglo XX y de la Historia: el Pacto Ribbentrop-Molotov.

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POLONIA, LA ÚLTIMA JUGADA DE LA PAZ

Polonia, reaparece en el mapa europeo tras la Primera Guerra Mundial. La constitución del nuevo estado divide el antiguo territorio alemán, que queda escindido en dos zonas. Prusia Oriental queda aislada por un corredor polaco que llega hasta el mar Báltico en Danzig (Gdansk). Para Hitler la reunión de todos los pueblos germanos dispersos no estará completo sin un paso garantizado que una esta región. Esta será su última y más arriesgada apuesta en su política de reunificación.

Hasta este momento el Führer y el líder comunista durante años han estado colaborando comercial y militarmente, tanto es así que en agosto de 1939 culmina esta relación en Moscú con la firma de una alianza que podríamos denominar «contra-natura». Por abatares del juego político europeo, este pacto de circunstacia interesa a ambas partes.  Hitler está en la cuenta atrás de su campaña de invasión polaca y tener a la Unión Soviética de su lado (o neutral) garantiza la seguridad de su «patio trasero» en caso de que Francia y Gran Bretaña le declaren la guerra. Stalin también tiene ambiciones territoriales en la Europa del este, incluida Polonia, especialmente tras la pérdida de territorios tras la guerra entre ambos estados. Finlandia (independizada de la Rusia zarista tras la Gran Guerra), también está en los ojos de la URSS. Por añadidura, a Stalin le interesa Hitler como aliado pues sus fuerzas armadas aún son en 1939 un proyecto imcompleto y necesita al menos de tres años más de paz. El tratado es un pacto de «no agresión» complementado con un protocolo secreto (este protocolo está sujeto a controversia y negado en ciertos círculos). Tal protocolo reparte en áreas de influencia a Europa oriental entre ambas potencias.

8 días después de la firma del tratado en Moscú entre los ministros de exteriores, Ribbentrop y Molotov, Alemania desencadena Fall Weiss, la guerra relámpago contra Polonia. El 3 de septiembre Gran Bretaña declara la guerra al Tercer Reich y acto seguido lo hace Francia. El día 7 tropas francesas cruzan la frontera con el Sarre entrando así en Alemania. Es un momento crítico para la maquinaria bélica alemana, aún no suficientemente fuerte y justo al comienzo de los combates en Polonia. El armisticio de 20 años que profetizó el mariscal Foch acababa de morir. Lo que acababa de comenzar el mundo lo llamaría Segunda Guerra Mundial. El día 17 de septiembre los Soviéticos entran en el este de Polonia con el pretexto de proteger a las minorías bielorrusas y ucranianas. En espacio de tres semanas Polonia es barrida del mapa.

Aparte del casus belli el hecho de la repartición de Polonia entre ambos aliados tiene un efecto altamente peligroso. Polonia, que hacía de estado «tapón» entre el Reich y la URSS, ve ahora como los aliados comparten una frontera común. Sólo una línea imaginaria en los mapas separa ahora a dos archienemigos…

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ACCIÓN-REACCIÓN. OCTUBRE 1939-ABRIL 1941

La declaración de guerra de Francia y Gran Bretaña a Alemania (la ocupación de Stalin del territorio este polaco no provoca mayores consecuencias), obliga a Hitler a reaccionar. Envía a la Wehrmacht al oeste…y no ocurre nada, o casi nada. En realidad la Wehrmacht está en inferioridad numérica y aún no ha concluido plan ofensivo alguno. Los aliados occidentales, excepto por tímidos avances, parecen indecisos. Se produce una especie de «guerra fría», que los británicos llamarán phoney war, los franceses drôle de guerre y los alemanes Sitzkrieg (guerra sentada).

Antes de la llegada de la primavera de 1940, Dinamarca y Noruega son ocupadas. La Royal Navy británica desembarca hombres y pertrechos en la costa noruega y la Wehrmacht combate. Allí los viejos rivales combaten sangrientamente. Pero para mayo de 1940 el estado mayor alemán tiene ya perfilado el Fall Gelb, es decir el ataque a través de los países bajos hacia Francia. El 10 de mayo los Panzer arrancan motores. La Blitzkrieg, en pleno esplendor estrecha un nudo que arroja a la Fuerza Expedicionaria Británica al mar (Dunkerque) tras la inútil resistencia de neerlandeses y belgas. Francia es cogida por sorpresa pues la embestida alemana no ha ocurrido por donde se tenía previsto. El día 14 de junio los alemanes están en París.

Aún quedan los británicos que hacen oídos sordos a la oferta de Hitler de un armisticio. Por ello estos se preparan tenazmente para la defensa de su isla contra viento y marea. Son los momentos más amargos del primer ministro Winston Churchill. Está solo contra Adolfo Hitler y ha perdido grandes cantidades de tropas y pertrechos. Pero aún le queda su orgullosa Royal Navy. Su discurso ante el parlamento, donde manifiesta la voluntad de resistir a ultranza con «sangre, sudor y lágrimas», explica por sí solo la desesperada situación a la que se enfrenta el pueblo británico. La Kriegsmarine, la armada alemana, con sus U-Boote (submarinos) hunden miles de toneladas de muy necesitados víveres casi impúnemente. El océano Atlántico está infestado de «lobos grises» solitarios acechando presas en superficie. Es la Batalla del Atlántico.

Desde el punto de vista geoestratégico el objetivo real de Hitler es convertir Alemania en potencia continental y llevar a cabo su ideario político, que recordemos, es la conquista de territorios al este. En principio los intereses del Imperio Británico, como potencia marítima y el Reich alemán, terrestre, no deberían entrar en conflicto. No obstante Churchill no piensa de la misma manera. A ambos lados del Canal de la Mancha se amasan tropas y un contingente aéreo nunca visto.

Es cuando el planeamiento de la Operación Barbarroja, la más vasta campaña militar de la historia se empieza a gestar, es decir 11 meses antes de su comienzo y semanas antes del comienzo de la Batalla de Inglaterra. La R.A.F. y la Luftwaffe miden sus fuerzas pero la lucha en los cielos de Inglaterra queda inconclusa…

En diciembre de 1940 la Directiva número 21 (ver artículos Planeamiento de Barbarroja) definirá los objetivos a alcanzar en la Unión Soviética, en una campaña cuyo nombre conmemora el del primer emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Federico «Barbarroja». Comienza el plan de traslado de cientos de miles de hombres desde los campos de Francia hacia Polonia. El plan de traslado es tremendamente detallado y secreto, aunque el dictador alemán sabe que no se podrá ocultar al mundo más allá de abril de 1941 tamaño trasvase de efectivos. Todo debe de estar listo para mayo de este año.

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INTERLUDIO EN LOS BALCANES

La aventura militar de Mussolini en los Balcanes se salda con un revés inesperado. Tras la conquista de Albania llevada a cabo por el ejército italiano en abril de 1939 y el inicio de la campaña contra el Egipto británico, Mussolini decide la ocupación de Grecia desde sus nuevas bases albanas. No obstante los griegos inesperadamente contraatacan con el apoyo de la R.A.F. y y las tropas italianas ceden desorganizadas. Hitler acude a la ayuda de su aliado desde el norte através de Yugoslavia; es la Operación Marita que se inicia demasiado justo, casi coincidiento con el calendario de Barbarroja. Es el 6 de abril de 1941. La campaña es fulgurante, como la Wehrmacht ya tiene acostumbrada al mundo, en un nuevo alarde de guerra móvil. Una nueva Blitzkrieg.

Unternehmen Barbarossa se pospone desde mayo hasta el 22 de junio de 1941. La decisión está sujeta a debate y constituye uno de los mitos que rodean la campaña de invasión de Rusia. Muchas fuentes sostienen que la ayuda militar a Mussolini ha retrasará lo suficiente a la Wehrmacht como para que sea sorprendida por la llegada del «general invierno» ruso ante las puertas de Moscú en diciembre de ese mismo año. Las mismas fuentes sostienen que de no haber sido por la Operación Marita, Moscú habría caído.

No obstante y aún suponiendo que Moscú hubiera supuesto el broche de oro a Barbarroja (ver encuesta «¿Moscú, sí o no?«) la climatología ha propiciado una primavera excesivamente lluviosa en el este europeo. Los cursos fluviales están inundados y es precisamente a través de ellos por dónde las armas alemanas están forzadas a iniciar el ataque. Sea como fuere, la fecha del 22 de junio de 1941 quedará marcada en los anales de la historia con tinta indeleble.

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«UNTERNEHMEN BARBAROSSA»: DOMINGO 22 DE JUNIO DE 1941, 03:00 HORAS

En retrospectiva, en la historia de las guerras nunca se iba a producir un acontecimiento a escala semejante, en cuanto a número de tropas, bajas sufridas, intensidad y alcance de las operaciones y la ferocidad con la que se iba a combatir. Servir en el Ostfront será el peor posible destino del soldado alemán, el Landser. Para el soldado sovietico, el frontovik, no será mucho mejor. No va a ser sólo una campaña militar más encuadrada en la Segunda Guerra Mundial. Personajes en ambos bandos se confirmarán como genios mundiales del «arte militar» y otros caerán en desgracia, pagando con sus vidas.

¿Cómo es posible que Alemania está dispuesta a cometer el error de planear una campaña para conquistar la Unión Soviética? ¿Acaso no es de necios pensar que es posible ocupar militarmente el estado más extenso del planeta? Esto es uno más de los mitos entre el púiblico general que rodean la campaña, pues Barbarroja no es un plan de conquista. En la Directiva número 21 firmada por el Führer unos meses antes se han definido los objetivos, que no son otros que la destrucción del Ejército Rojo en el campo de batalla. Esto debe hacerse de manera fulgurante para provocar una crisis en el aparato militar y político, que colapse el estado comunista y propicie el derrocamiento del líder del socialismo internacional, Iosif Stalin. La Wehrmacht, la maquinaria militar más avanzada de la época, victoriosa en todas sus campañas (excepto por el momento en la conquista de las islas británicas), da por sentada que tamaña empresa puede llevarse a buen término en un periodo de seis a ocho semanas. Mucho antes de que “el general invierno”, del que ya habló Napoleón, se aposente en los campos de la Madre Rusia. No debe el invierno ser factor para la Operación Barbarroja, invierno que en 1941 será el más crudo del siglo XX. Acabada Rusia, Hitler podrá volverse con todo su potencial contra Churchill y «terminar el trabajo» y con ello, la Segunda Guerra Mundial en Europa.

El despliegue de tropas germanas en las fronteras más orientales del Tercer Reich se lleva a cabo de manera exhaustiva, ¿pero acaso es posible desplegar tal maquinaria militar tan secretamente que los regimientos fronterizos de la NKVD ni siquiera se perciban de ello? El traslado, efectivamente, de las divisiones desde los campos de Francia hasta la Polonia ocupada (recordemos, repartida en secreto acuerdo entre Hitler y Stalin) y por lo tanto, común frontera entre ambos, es salvaguardado por un ambicioso plan de despliegue. Pero hay “oídos” que lo han “escuchado”. Y a tales «oídos» no se les ha dado crédito…

La Operación Barbarroja no es exclusivamente una guerra del Tercer Reich contra la Unión Soviética. El Tercer Reich se erige ahora como paladín contra el Bolchevismo (y el judaísmo internacional), acompañado por numerosos aliados. Otras naciones acompañan al Reich en esta operación declarando la guerra al estado comunista. Sus motivos son diversos según los casos. Rumanía, Italia, Hungría, Eslovaquia y Finlandia lanzan sus fuerzas a través de las fronteras de la Unión Soviética como aliados del Eje. Otros países, como España, ponen a disposición de la Wehrmacht una división de infantería y una escuadrilla de cazas (ambas informalmente denominadas “Azul”). Croacia igualmente participará. Otros hombres a título individual se alistan: escandinavos, holandeses, belgas e incluso franceses y algunos británicos. Posteriormente una vez comenzada Barbarroja, se alistarán Ucranianos y bálticos. También habrá rusos que se volverán contra Stalin.

A las 03:00 horas de Berlín del 22 de junio de 1941 comienza la Gran Guerra Patriótica (Velikaya Otochestvennaya Voina), como ha pasado a la historiografía soviética. Más de tres millones de hombres inician un asalto al unísono en un frente tan extenso que cubre desde el mar Blanco (zona de operaciones de Noruega, al mando del Generaloberst Nikolas von Falkenhorst) hasta las orillas del mar Negro. Otros tres millones de hombres intentan contenerlos en vano. Sólo hay un límite cronológico a la Operación Barbarroja, cronología temerosa de la climatología de rusa.

El mundo iba a cambiar a las 03:00 horas del 22 de junio de 1941. Hitler así lo ha predicho. Barbarroja dará comienzo a un larguísimo conflicto que durará 4 años más. Los Panzer llegarán a las puertas de Moscú en diciembre de 1941 y a las aguas del Volga en Stalingrado casi un año más tarde. La Gran Guerra Patrótica concluirá con los ejércitos de Zhukov y Koniev combatiendo en las calles de Berlín en 1945 y con ello el final de la Segunda Guerra Mundial en Europa.

 

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[English version]

THE GERMAN INVASION OF THE USSR IN WORLD WAR TWO

PREFACE

The first half of the 20th century consists of years of pure and extreme political ideals. This is far to today’s mindset and alien to the way of life of our modern times. Fascism, National-Socialism and Communism co-exist with the old Democratic Powers (mainly France and Great Britain, both worn out after the Great War). It is indeed a «post-industrial revolution» era that sees a puzzling development of technology at the beginning of the last century and accelerated during the 1914-1918 war years.

A matrix of alliances triggers a «domino effect» in 1914 that provokes a disaster in almost the whole of Europe. It is World War I. The new war starts with millions of men marching on foot to the trenches. But soon the skies will be dominated by flying machines, the supplies will reach the frontlines in motor vehicles and the tank will appear in the battlefields of France, changing forever the old «art of war». Thus the machines take over the battlefield. At the end of World War I with the defeat of the Central Empires, Kaiser’s Germany is obliged to sign the dire terms of the Treaty of Versailles, acknowledging this way the imposed responsibility for the conflict. This is when French Marshall Ferdinand Foch states: «This is not a peace treaty; it is an armistice for 20 years». Foch would prove not being mistaken even by a single year. The scenario was set for a new war, but this time more modern and consequently lethal…

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INTERWAR PERIOD: 1918-1939

Adolf Hitler, as a young political activist, writes his most famous book «Mein Kampf» («My Struggle») during his days in the Landsberg prison after his failed Putsch (coup d’etat) in Munich in 1923. It is his political legacy. In it expresses bitterly his full disappointment in the liberal-democratic system, that for him is bringing economic chaos, social unrest and misery in Germany.

His pan-germanic credo claims to expand the subjugated and fragmented European-German peoples territories. Demanding new vital spaces is a must to guarantee their survival and these new lands are to be taken on the East. On top of that Adolf Hitler justifies the need to destroy the Bolshevism as a “cancer of Mankind» and explains his profound distaste towards the international Jewry too. These principles will transform the incoming Russian invasion campaign in a terribly special case. It will be nothing more and nothing less than an «ideology crusade» in order not to only defeat an enemy but to annihilitate it.

The victorious Major Powers dictate the new world order after the Great War. Great Britain re-states herself as the greatest maritime colonial empire along with France. The price paid to maintain the statu quo is astronomical: the blood of millions of young men fallen in combat. And both of them are exhausted after such a struggle. Germany, bound by the aforementioned Treaty of Versailles (July 1919) pays dearly with all her resources the imposed war reparations. The 20’s will be years of chaos for the Germans. These are the times of the infamous hyper-inflation. Germany prints worthless tons of bank notes. A simple loaf of bread costs several million marks. Money simply losses all value. The political spectrum sees the creation of new radical parties that move dangerously left and right. The streets are taken by radicals. The Communist party and the extreme-nationalists fight each other.

In the interim, Russia has retired from World War I after a disastrous campaign against the Central Empires. After the October 1917 revolution a civil war follows (1917-1923). «Reds» fight the Czarist Army («whites»). Lenin, the new indisputable leader of the working classes that revolt against the autocratic czarist system, creates a new society from scratch. This transformation doesn’t know mercy and is carried out under an iron fist. The new Socialist era is purged of “traitors to the people” and not only any political opposition, but anyone who dares to deviate from the most dictated orthodox principles, is eliminated.

Russia wages war against Poland (1919-1921). and tests her new RKKA, the new Red Army of Workers and Peasants. Once Lenin dies in 1924, Josif Stalin, the grey and systematic apparatchik in the backstage, emerges as the new General Secretary of the Communist Party. Still in the 30’s, Stalin deems that the USSR is still not free of “traitors to the people”: The famous “Stalin purges” commence now even within the ranks of the RKKA. This is the realm of terror. The Soviet state lays in a mist of secrecy indoors and outdoors. The Soviet leader feels somehow weak in front of the Western powers. He must start a new rearmament program without any delay in order to guarantee the survival of the new regime.

In parallel Adolf Hitler is democratically elected as Germany’s new Chancellor by a tight margin in the 1933 elections. He is poised to give Germany and all the other dispersed german peoples of Europe, fragmented by the mandate of the WWI winning powers, her natural place. Likewise he is determined to terminate the grievous war reparations and recover the lost territories. As Stalin, he starts a rearmament program that frontally violates the terms of the Treaty of Versailles. In a dangerous «chess game» in 1936 he occupies the demilitarized Rheinland. The world observes, but neither France nor Great Britain move a finger. France counts on a very powerful army, but not even a single French wishes to get back to the trenches. In the new Third Reich, Hitler is triumphant. He will enjoy an new success in 1938 when occupies the Sudetenland (a german-speaking border region along Czechoslovakia) and annexes Austria (Anschluss), that will lose her name in favor of Ostmark. The full occupation of Czechoslovakia will be that last movement without consequences before the outbreak of World War Two.

The Reichswehr (German armed forces) changes her name. The new Wehrmacht, with very capable men, veterans of the last war, theorize about the future of wars with tanks. The Wehmacht demands full motorization and mechanization. The Spanish Civil War (1936-1939) will be the perfect proving-grounds for foreign countries like Germany and the USSR to test new weapons and tactics. It will be precisely in the Iberian peninsula where RKKA volunteers (supporting the Spanish Republican government) and the Wehrmacht (supporters of the rebel cause) fight for the first time. The first Panzer will oppose the T-26’s and the Messerschmitt’s, the Polikarpov’s.

Once the war in Spain finishes with the victory of the rebel forces (General Francisco Franco), in the European «chess table» Germany is not still a consolidated military power and needless to say, fully motorized. Likewise the Red Army has not still completed her modernization programs. Stalin, that feels Hitler’s future threat, wishes to seek refuge under an alliance with France and Great Britain in vain. It is precisely when on the 23rd of August, 1939, one of the most controversial facts of the 20th century and History takes place in Moscow: the Non-Aggression Pact, also known as the Molotov-Ribbentrop Pact.

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POLAND: THE LAST PEACE MOVE

Poland reappears in the European map after World War I. The creation of the new state splits the German soil in two. Eastern Prussia remains isolated by a Polish corridor that stretches up to the Baltic Sea. For Hitler, the reunion of all dispersed Germanic peoples won’t be complete until Poland guarantees a Reich’s corridor that links both areas. This will be the Führer’s last and most risky bid still during the peace period. Inconveniently for him this will unleash World War Two.

Up to this moment Adolf Hitler and the Communist leader have been cooperating for years commercially and militarily; but in August 1939 the relationship reaches its climax with the signature in Moscow of an alliance treaty seen by many as “an aberration of its kind”. Paradoxically in the current European politics this agreement is of temporary mutual interest. Hitler is in the Polish invasion plan countdown and having the USSR on his side (or at least neutral) is most convenient. This guarantees his “backyard” in case Great Britain and France declare war upon him. Stalin has as well territorial ambitions on the East including Poland, especially after the loss of extensive areas during the war with the latter. Finland (an independant state from the Czarist Russia after the Great War) catches de attention of the USSR too. As a matter of fact having Hitler as an ally is appropriate as Stalin’s armies are not ready yet. Still in 1939 they are an incomplete project and he deems at least 3 more years to bring it to up to modern standards. The agreement is a non-aggression pact with secret protocols. Such protocols divide Eastern Europe in areas of influence to be divided between Germany and the USSR (these secret protocols are denied in certain circles even today).

8 days after the signature of the treaty between the ministers of foreign affairs, Ribbentrop and Molotov, Germany unleashes Fall Weiss, the lightning war against Poland. On the 3rd of September Great Britain declares war upon the Third Reich and France follows. On the 7th French troops cross into German Saarland (Sarre). It is a critical an undesired time for the Teuton’s war machine, still not strong enough and just at the beginning of the warfare in Poland. Marshall’s Foch predicted 20 year armistice just died. What has just started the world will call Second World War. On the 17th of September the RKKA enters in Eastern Poland with the excuse of protecting Belorussian and Ukrainian minorities. In a matter of 3 weeks Poland disappears from the maps.

Other than the “casus belli”, the fact of sharing the remains of Poland between the two allies has a dangerous collateral effect. Poland, a former “plug” between the USSR and Germany, witnesses their new border. A fine line on the maps is drawn between the two archenemies…

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ACTION-REACTION: OCTOBER 1939-APRIL 1941

The war declaration of France and Great Britain on Germany (Stalin’s occupation of Eastern Poland does not trigger any major reaction) makes Hitler react. On the Western borders he only has mere defensive troops. Only after the fall of Poland he orders the Wehrmacht to the West…and nothing happens, or almost nothing. As a matter of fact all Reich’s forces are in numerical inferiority and haven’t concluded any offensive plans as of yet. The Western allies, except for shy advances seem to behave indecisively too. A “cold war” commences that the Britons will name “Phoney War”, the French “Drôle de Guerre” and the Teutons, Sitzkrieg (sitting war).

Denmark and Norway are occupied before spring 1940. The British Royal Navy disembark men and supplies on the Norwegian cost and forces the Wehrmacht to fight. British and Germans fight again bloodly. But by May 1940 the German Supreme Headquarters has developed Fall Gelb (Case Yellow), which is the assault on France across the Low Countries. On the 10th of May 1940 the Panzer start up engines. The new Blitzkrieg at its finest ties a knot on the British Expeditionary Forces against the sea (Dunkirk), after the futile resistance of the Dutch and Belgians. France is caught by surprise. On the 14th of June, 1940 the Germans enter in Paris. The Second World War in Europe seems to be finished soon.

But still the Britons are standing rejecting all armistice offers by Hitler after the fall of France. The former prepare themselves for an all-out defensive effort of their island against all odds. These are the bitterest times of Prime Minister Winston Churchill. He is alone before Hitler having suffered grievous losses of men and materiel. His speech in the London parliament stating that he can’t offer anything else than “blood, sweat and tears” is the most evident prove of the new difficulties of the British Empire. The Kriegsmarine, the German Navy, with her U-Boote (submarines) sink thousands of tonnes of much needed supplies almost at ease. The ocean is the hunting grounds of the “grey wolves” stalking their preys. It is the Battle for the Atlantic.

From a geostrategic standpoint Hitler’s main objective is to make Germany the major continental power and carry on his political ideology, which is, as mentioned above, the conquest of territories to the East.

In principle the British Empire interests (as maritime power) and the Reich’s interests (again, as land power), shouldn’t conflict. So it is written in the pages on Mein Kampf. However, Winston Churchill is not of the same opinion. On both shores of the Strait of Dover large amounts of troops assemble along with a never seen air contingent.

This is when the planning of Operation Barbarossa, the vastest campaign in History is conceived, 11 months before its commencement and weeks before the Battle of Britain. During the summer of 1940 the R.A.F. and the Luftwaffe will struggle in the skies of Southern England inconclusively…

In December 1940 Directive no. 21 (see planning of Barbarossa<> Planeamiento de Barbarroja) will define the objectives to achieve in the Soviet Union, in a campaign that bears the name of the first Emperor of the Sacred Roman-Germanic Empire, Frederic “Barbarossa”. Thus, the transfer of hundreds of thousands of troops from the French fields go back again to Poland. This plan is indeed detailed and secret, however the German Dictator knows that it will not be possible to keep it in the shades later than April 1941. Consequently everything must be ready by early this year.

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INTERLUDE IN THE BALKANS

Mussolini’s military adventure in the Balkans is about to end in utter disaster in spring, 1941. After the conquest of Albania carried on by the Italian Army in April, 1939 and the initiation of his campaign versus the British Egypt, Mussolini is poised to occupy Greece from his new Albanian bases. Nevertheless the Greeks will unexpectedly counterattack with the support of the R.A.F. and the Italians withdraw in disarray. Hitler is ready to help his dear ally and sends troops from the north across Yugoslavia; it is Operation Marita, that starts a bit too just for Barbarossa’s calendar. It is the 6th of April, 1941. The campaign is a new example of Blitzkrieg, as the world is already accustomed to see thanks to the Wehrmacht.

Unternehmen Barbarossa is postponed from May until the 22nd of June, 1941. This decision is still subject to debate and constitutes one another myth surrounding the Russian invasion campaign. Even today many sources explain the delaying decision due to the inconvenience of Hitler helping Mussolini, tying up scheduled troops into a secondary front. These sources sustain that shouldn’t it be by Operation Marita, the Wehrmacht wouldn’t have been caught in the open by “General Winter” before the gates of Moscow.

Nevertheless, and admitting the fact that Moscow would have been the key of the victory overs the Russians, the spring of 1941 is unexceptionally rainy and all rivers are impassable. The German arms are bound to cross these impossible passes to commence the battle. The delay is indeed due to climate rather than men affairs. Consequently the date of the 22nd of June, 1941 will remain the the annals of History (see the survey “Moscú…sí o no / Moscow…yes or no”) written in blood.

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UNTERNEHMEN BARBAROSSA: SUNDAY, THE 22ND OF JUNE, 1941. 03:00 HOURS

In hindsight, in the history of warfare a feat of arms of such a scale has never been seen, in regards of number of troops, casualties, intensity and scope of operations and combat ferocity. Serving in the Ostfront is indeed the most dreadful post for the German soldier, the Landser. For the Soviet soldier, the frontovik, is not less. It will not be one another campaign in the World War Two scenario.

The reader at this point might be wondering how is it possible that Germany makes the most fatal mistake to conquer the Soviet Union? Isn’t foolish to think that it is feasible to militarily occupy the largest state of the planet? This is one another myth amongst the military enthusiasts, as Barbarossa is not a conquest plan. In Führer’s Directive no. 21, signed a few months before the objectives were clearly defined. Those are referred to the destruction of the Red Army in the battlefield. This has to be accomplished at full speed in order to provoke a crisis in both the military and political establishment. Once achieved, the state will collapse and even Stalin might suffer a coup d’etat. The Wehrmacht, the most advance military machine of her time, victorious in all her battles (except so far versus England), takes for granted that this attempt will be done in a a matter of 6-8 weeks. Much before the dreaded “General Winter”, of whom Napoleon already talked about, dictated his harsh rules over the battlefields of Mother Russia. By no means Operation Barbarossa must delay towards the Winter.

The transfer and deployment of troops to the Easternmost frontiers of the Reich is carried out exhaustively. But is it possible to deploy such a large amount of men and machines as secretly that even the Soviet frontier NKVD regiments won’t even realize of it? The transfer from France to Poland (as we have already seen above, shared between Stalin and Hitler thanks to a secret protocol), which is now the new common border, was subject to an ambitious plan. But some “ears” “listened” and to those “ears” no credit has been given…

Operation Barbarossa is not exclusively a war between the Third Reich against the Soviet Union. The Third Reich leads an international effort against Bolshevism (and the international Jewry), accompanied by many allies. Other nations follow Germany in this operation declaring war on the Communist State. Their reasons are diverse, as many as participants. Romania, Italy, Hungary, Slovakia and Finland launch their troops across the USSR frontiers as Axis allies. Other countries, like Spain offer contingents that serve under the Wehrmacht flag, in this case an infantry division and a squadron of fighters (both of them popularly called as “Blue”). Crotia will contribute too. Other men individually enlisted: Scandinavians, Dutch, Belgians even French and Britons. After Barbarossa starts Ukrainians and Baltics joined the struggle. Some Russians will turn their back to Stalin at a given time.

At 03:00 hours (Berlin time) on the 22nd of June, 1941 the world is about to change, Hitler has just declared. Barbarossa is yielding a long struggle that will last 4 more years. The Panzer forces will reach the gates of moscow in December 1941 and to the Volga banks at Stalingrad almost a year after. The Great Patriotic War will end with the armies of Zhukov and Koniev battling on the streets of Berlin in 1945. Thus World War Two in Europe will reach its end.

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